martes, 26 de enero de 2010

La vida viaja en transporte público




Niñas en tacones
con restos de fin de semana
en las pestañas
presumen de tener
los labios
más rojos y más
calientes.

Niños con cadenas
que juegan a ser hombres
pegándose como
Niños,
presumen de tener
los nudillos ensangrentados,
más rojos y más
Curtidos.

El olor de la miseria
que suena a
calderilla de beata
y nunca lleva bonobús.
Que presume de tener
las heridas
más rojas y más
abiertas

(Para remover conciencias y
bolsillos)

El aliento de los perdedores
de siempre,
de los de eterno lunes,
que ni presumen ni ceden
su asiento a las viejas.

Y yo
que los lunes me gusto de
espiar esos murmullos
que me hacen sentir
el corazón
más rojo y más
vivo.

1 comentario:

  1. Muy evocador. Por un momento me he imaginado viajando en transporte público y ver a la gente ir y venir- aunque reconozco que es un medio de transporte que casi no empleo-. Pero ahí está, la vida misma, encarnada en personajes de todo tipo.

    Un saludo.

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