miércoles, 12 de mayo de 2010

El Manuscrito de Dios (Juan Ramón Biedma)

Hoy llueve con rabia. Como si realmente ahí arriba hubiese alguien y quisiera limpiarnos los pecados con una manguera a presión. Después de tantear la situación durante un rato, decido salir a la cafetería aunque me juegue media mañana con ropa mojada. Porque no tengo ganas de hacer llamadas a clientes descontentos, porque no he desayunado y ¿por qué no admitirlo?, me encanta el ruido de mis tacones bailando con los charcos.

Isabel, la dueña del local, con su cara redonda de sonrisa perenne, está haciendo cuentas para algún proveedor. Siempre me ha recordado a las misioneras que nos daban charlas sobre proyectos humanitarios en el colegio de monjas. Cuando termina de revisar albaranes de pedido se me acerca y me dice: "¿Has visto alguna vez el infierno?". No cambia su expresión risueña.

Yo no puedo contestar otra cosa que "¿perdona?" mientras aprieto mi bolso contra el costado. Ella repite impasible "¿Que si has visto alguna vez el infierno?" He debido hacer un gesto negativo con la cabeza porque prosigue "Pues mira, es esto de ahí fuera... o al menos se le parece".

No puedo evitar mirar su antebrazo mientras le pido lo de siempre sonriendo como nunca. Me voy a la mesa y saco el libro del bolso: "El Manuscrito de Dios" de Juan Ramón Biedma. Me río en silencio en mi mesa y pienso que nunca volveré a mirar igual a la misionera de sonrisa perenne. Cada vez que le duela el brazo no pensaré en la tendinitis crónica que compartimos, si no en un pantáculo invertido tatuándose.

(Y en Kansas City y su edificio de telefónica, que fue un breve y dulce infierno. )



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Esto me ha ocurrido hace un rato y me ha hecho pensar en que las coincidencias no existen, y que debo inaugurar a la voz de ya una sección de recomendaciones. Creo que la voy a llamar "Que conste que no es peloteo" XD

1 comentario:

  1. La verdad es que a veces ocurren cosas que si son meras coincidencias se las traen. Pero claro, si no son coincidencias, decir que es el destino o algo así ya son palabras mayores. A gusto del consumidor, jaja.

    Estaré pendiente de esa sección de recomendaciones ;).

    Un saludo.

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