Me marcaste a cuchillo,
con la boca llena de sangre y
excusas, dijiste que era ése
el sabor de la historia.
Tallaste a cincel el mapa,
cada frontera de odio enmohecido
y la única verdad era
el amor vertical de las banderas.
Después,
un infinito espacio en blanco
.............................................y negro.
Como tu fotografía,
borrosa,
en el telediario.
Tu poema sugiere unas cuantas verdades. Muy bien escrito.
ResponderEliminarMuxutxu.
El amor vertical de las banderas....
ResponderEliminarMe gusta.