Como una válvula mal cerrada
se nos consumió de a poquitos
y la certeza tuvo 72 horas
para colarse en nuestras vidas.
No esperaba que esta fuera la primera entrada del año. Llevo varios días post poniendo actualizarme porque no hemos empezado bien este 2011. Mi madre volvía a estar ingresada, mi tío no acababa de remontar de una operación que no salió bien y los mensajes de año nuevo se acumulaban sin respuesta en mi teléfono.
A las 7 de la mañana de hoy mi tío ha muerto y yo no puedo quitarme ese maldito olor que te perfora los recuerdos ligados a un hospital.
Muchos ánimos.
ResponderEliminarLa muerte es enormemente cruel. Paradójicamente, forma parte de la propia vida, pero nunca terminaremos de acostumbrarnos. Es devastadora.
Yo me he hecho enormemente mayor (de envejecer) por estas experiencias. Y menos idealista.
En estos momentos, como te digo, mandarte todos mis ánimos y recuerdos.
Un abrazo, Enea.