De niña
quería ser reportera de guerra,
hasta que en una fiesta de cumpleaños
un globo
me reventó los sueños y despertó
mi pánico a los estallidos.
Ahora, que soy mayor,
a veces escribo poemas
de amor y pienso
que no he renunciado a mi sueño,
sólo he cambiado el campo de batalla.
Y un campo de batalla no necesariamente más sencillo. Breve pero interesante. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias majo. Nos leemos.
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