jueves, 24 de marzo de 2011

Poema de Ramón Eder






LA FRASE

Las palabras que ella dijo
aún se oyen diez años después en los aeropuertos,
en las playas, en el jardín y en la cocina.
Resuenan un momento,
actuando sobre los músculos del rostro,
y se van para volver en el momento más inoportuno.
A veces resuenan como truenos,
otras, con el sonido irónico del clarinete,
y a las noches como un zumbido turbador.
Pasan meses y pasan años
acalladas con éxitos mundanos,
con copias lujuriosas y con premios al tesón.
Pero nunca enmudecerán del todo,
porque nadie olvida la frase
con la que fue expulsado del paraíso.


Del poemario Lágrimas de cocodrilo (Hiperión '88)

martes, 1 de marzo de 2011

Cardio(em)patías

De vuelta, con las pilas cargadas y muchas ganas de todo. Llámalo efecto Salem, el hombre que mejor utiliza la palabra vocación te dice "venga" y no tienes otra que decir "Vamos". Recuperar proyectos y emprender otros nuevos. Terminados los exámenes, tengo un par de semanas antes de conocer las notas y quiero aprovecharlas para organizar todo esto que bulle en mi cabeza. Cardio(em)patías.



Y ahora que tengo los temarios aparcados unos días, por fin comenzar con el libro que me esperaba en la mesilla. Biedma si notas algo raro, ya sabes que soy yo.