9 centímetros parabellum de tacones
que no entienden de leyes
de gravedad
pasean por delante de mi oficina.
25 grados a la sombra
de sus caderas, que fermentan
las flores de primavera
entre sudor y visas oro.
Se pinta los labios en el reflejo
de mi escaparate,
porque quizá tema
a los espejos.
Me sonríe.
Puede que las putas de este barrio
no sean las más bonitas,
pero pisan fuerte las aceras,
y me saludan al pasar.
lo mismo te digo girl
ResponderEliminarun placer, y por estos lugares nos encontraremos
felices de compartir algo que arrojamos al viento
un besote